Todo pensamiento tiene un propósito, un objetivo y al no adueñarnos de nuestros pensamientos parece que estos surjan sin un motivo aparente.
La maestría del pensamiento, tal y como hemos visto en anteriores artículos, es un mecanismo mental que te ayuda a ser consciente del movimiento mental y, a la vez, te permite ver tus hábitos inconscientes de pensamiento.
Si te das cuenta, en tu día a día tienes muchos objetivos, cosas que quieres realizar y que habitualmente puede que le des un carácter de normalidad, cuando en realidad son continuos propósitos que intensifican tu sensación de fortaleza.
Por ejemplo, cuando tomas la decisión de hacer una llamada o ir a comprar al supermercado, eso es un propósito. Con tu mente pasa lo mismo, cuando ves a alguien, si dejas a tu mente libre, te puede lanzar siempre los mismos comentarios, los mismos juicios.
A la hora de realizar acciones, cuando hay dos ideas contrapuestas, cuando tienes que hacer dos cosas a la vez, o surge un contratiempo cuando ya tenías un plan, la acción ganadora es el propósito que tiene más fortaleza, el que para ti sea más importante en ese momento.
Cuando empiezas a hacer de manera consciente los propósitos que tienes en tu día a día, la fortaleza se empieza a expandir en tu mente. Y eso te ayudará a hacer consciente lo que es la idea de propósito en relación a tus pensamientos.
Hemos hablado de acciones, ahora traslademos esa toma de consciencia al pensamiento, ahí la fortaleza se hace mucho intensa.
¿Por qué piensas lo que piensas?, ¿lo has pensado alguna vez?
Puede que hasta ahora no reflexionaras sobre esta cuestión. Es lo habitual. A partir de ahora puedes empezar a hacerlo. El pensamiento es opcional, y cuando elegimos lo que pensamos, estamos eligiendo como nos queremos sentir, tenemos un propósito.
Solo hay dos propósitos, cuando hablamos de los pensamientos.
Uno de ellos, el de no Ser. Son los pensamientos que me dicen que no soy lo que Soy, que soy limitado, soy cuerpo, culpable, carente… Son todos esos pensamientos que no me hacen sentir bienestar en todos los sentidos.
Luego tenemos todos los pensamientos que están alineados con mi verdadera naturaleza, y que me dicen que soy lo que Soy. El propósito de Ser. Son todas esas ideas, que me llevan a sensaciones de bienestar, paz, alegría, abundancia, ilimitación,… Y es lo que todos anhelamos y buscamos.
Es así de sencillo, lo importante es hacer consciente el proceso de elegir pensamiento y sobre todo poder responder a la pregunta: ¿por qué pienso lo que pienso?
Para comenzar a identificar en tu mente el propósito que eliges, observa tu pensamiento o tu sentir. Éste te dará pistas infalibles acerca de cual de los dos has elegido.
Éste es el comienzo para poder soltar el propósito de no ser, que me conduce a sensaciones desagradables.
Hemos visto 4 artículos, antes que éste, acerca de la Maestría del Pensamiento, un mecanismo universal para acceder a la paz interior independientemente de tus circunstancias.
Te los dejo aquí por si quieres leerlos:
- Se maestro de tu pensamiento
- Maestría del pensamiento: pensar y sentir
- Veo mi pensamiento
- Percibir es elegir
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