Hace ya un año y medio que comencé con la preparación y escritura de una historia que quiero compartir en mi primer libro en papel. Digo mi primer libro en papel, ya que he escrito muchos ebooks, aquí puedes ver los últimos que he realizado. Haz click aquí.
Este proceso me está enseñando mucho y voy a ir compartiendo contigo el proceso, ya que pienso que puede servirte de alguna manera e incluso si te ánimas puedes comenzar con la escritura de tu idea y compartirla.
Te contaré como comenzó todo.
Llevaba ya tiempo con la idea de escribir algo, pero ese algo quería que fuera algo especial. He colaborado con libros de otras personas y desde que empecé a hacerlo empezó a apetecerme la idea de escribir algo propio.
La cuestión es que quería compartir algo que para mi fuera una bonita historia con una mensaje inspirador.
Conocidos míos me decían que escribiera ya un libro, que ademas eso me posicionaría en mi sector como experto. Ahora escribir un libro parece que te da una autoridad especial, y está genial vivir la idea de escribir un libro con ese propósito, es una idea que merece la pena ser vivida.
Hubo momentos en lo que pensé en decantarme por esa idea y hacer algo rápido y publicarlo. Sólo que había algo en mi, un sentir que me decía que eso no era lo que tenía que hacer, y con el tiempo me di cuenta de que era porque mi historia tiene otro propósito.
Siempre que siento esa sensación, la sigo con claridad, porque siempre ese camino inspirado por la sabiduría interior me ha llevado a un gran aprendizaje y a un bonito lugar.
Y lo que hice fue esperar y dejar de meterme prisa. Si quería que fuera algo especial, sabría lo que es y que era lo que tenia que hacer.
Un día en la grabación de nuestros vídeos (que también puedes ver en la web. Haz click aquí) con mi amigo Jesús Toral, que es escritor y periodista, le comenté mi inquietud.
Le dije que quería escribir, que sentía esas ganas, solo que no daba con la idea o la historia. Él me dijo que mirara en mi vida, que seguro que podría encontrar algo interesante por donde comenzar.
Y así lo hice, en el viaje de vuelta de Granada a Málaga (Andalucía, España), empecé a darle vueltas a su frase, o mejor dicho, a darle vueltas a situaciones en mi vida. Y empecé a mirar…
Y en un momento recordé una historia, y sentí esa sensación que sé que me dice ¡Sí!.
Empece a meterme en la historia, a recordar y recordar y cada vez sentía más esa sensación que me confirmaba que por ahí, ese el camino a mi pregunta, esa historia era mi respuesta.
Cuanto más lo pensaba, más me emocionaba la idea. Deje reposar la idea esa noche y cuando me levanté al día siguiente, seguía mi entusiasmo.
Esa sensación era una primera parte, y lo que tocaba como segundo paso, era contactar con la protagonista de esa historia por si me daba permiso y me ayudaba a compartirla.
Esa misma mañana, me iba a un taller de Sergi Torres en Málaga, y pensé, cuando acabé el taller le escribo y a ver que me dice.
La cosa es que no pude esperar a terminar el taller y cuando llegué al lugar donde se impartía y ya cogí mi sitio, antes de comenzar cogí el móvil y le escribí un mensaje.
Como ella estaba en otro país no sabía si lo vería o no, así que lo mandé y me pasé un rato mirando el teléfono para ver si aceptaba mi propuesta. Dentro de esa ilusión, y esos nervios de la espera, me dije…”déjalo ya responderá siempre lo hace”.
Además hacia una pocas semana que había venido a visitarme tras muchos años de no vernos, ni hablar, ¿casualidad?…En esa corta visita me contaba historias de lo que estaba viviendo y le dije, eso tendría que saberlo el mundo, es muy inspirador, pero en ese momento no se me pasó la idea que justo le acababa de proponer.
Antes justo de comenzar el taller, miré el móvil para ponerlo en silencio y vi que tenía un whastapp de ella.
Antes de abrirlo me dije…”sea lo que sea esta bien, no va a cambiar nada”…y lo abrí.
Su respuesta era un ¡Sí!, que le parecía una idea genial, y que contará con ella y sobre todo que ya teníamos excusa para vernos más, ya que la última vez nos vimos my poco rato, así que había que poner una fecha para vernos de nuevo y comenzar.
Con su respuesta, mi sensación era clara, ese era y es el camino.
Así nació esta historia que voy a ir compartiendo contigo durante el viaje de la creación.
Llevaba, hasta hace unos días, unos meses sin escribir, estaba muy centrada en proceso personal que estaba viviendo. Eso si la historia va avanzando en mi mente, voy tomando apuntes y aclarando cosas a compartir.
Sobre el proceso y como empecé te contaré en otro artículo en detalle.
Fue el día de los Premios Goya, que son unos premios que se dan para el cine español, donde
hubo una frase que volvió a encender en mi esa sensación que me dijo, ponte a escribir ya.. Y por eso retomé de nuevo.
Hablaban el los Goya que el cine trata de contar historias, y que es importante mostrar historias para inspirarnos los unos a los otros.
Y este libro, nació porque es una de las historias que en mi vida más me han inspirado, y me han marcado por muchos motivos. Y quien sabe, lo mismo esta historia en algún momento es una película.
Lo importante es el mensaje que quiero compartir contigo y porque esta historia merece ser contada ya que es para mi es un ejemplo de lo que es dar, y lo que es el Amor Incondicional.
Así que he retomado la escritura, sin fecha de fin, sin presión, porque una historia que habla del Amor solo puede ser escrita desde el amor, la paz, sin ninguna exigencia ni esfuerzo, de esa manera el mensaje estará alineado con la verdad.
Te seguiré contando porque vamos a ir de la mano hasta que la historia pueda estar en tus manos.
¡Te seguiré contando!
Y tú, ¿estás escribiendo?¿te gustaría hacerlo? Cuéntame en un comentario, tal vez podamos crear un club de escritores y apoyarnos.