¿Trabajas o estudias? Si tienes esta pregunta incorporada en tu repertorio, tal vez te estés privando de llevar tu desarrollo personal al nivel que siempre has soñado. Optar entre trabajar o estudiar puede convertirse en el estancamiento de tu persona. ¿Estás dispuesto a pagar un precio tan caro solo por no animarte a hacer un esfuerzo extra y convertirte en alguien que estudia después de trabajar?
El estudio como detonante del crecimiento
Cuando estudias incorporas nuevos conocimientos, saberes y destrezas a tu esencia. Esto te convierte en una persona cada vez más dúctil, versátil y adaptable. Quien estudia adquiere conocimientos que le servirán para aplicarlos en diversos aspectos de la vida.
El estudiar te abre puertas y te presenta oportunidades que siempre has anhelado, pero de las cuales no te creías digno.
Estudiar como complemento al trabajo y a la vida
El estudio no debe ser abordado como la opción que tienen los que no trabajan, sino como una herramienta muy poderosa para seguir escalando profesionalmente y también en la esfera personal.
Por lo tanto, no caigas en la tentación de dejarte convencer de que porque tienes un trabajo, tu misión con el estudio ya ha concluido.
Al estudiar, te conviertes en un profesional más completo, más competente y también más humano. Los nuevos saberes se fusionan con lo que ya sabías y con tu experiencia de vida, pasan a ser tus herramientas para relacionarte mejor con tu entorno.
¿Todas las personas deben estudiar?
Sí, claro que sí. Tal vez te parezca que el estudio no es para ti porque ya lo has probado antes y no te resultó, te fue muy difícil o no pudiste terminarlo. Recuerda que estamos en constante evolución, entonces lo que antes te resultó casi imposible, hoy puede fluir en ti como si hubieras nacido para adquirir ese conocimiento o esa destreza.
¿Qué ocurre si no tengo tiempo para estudiar?
Dado que estudiar es lo que te abrirá las puertas que hasta ahora se negaban a abrirse, seguramente puedes hacerte un tiempo para llevarlo a cabo. Así como vas al gimnasio dos o tres veces por semana, también puedes tomar la decisión de estudiar esa cantidad de tardes o noches a la semana.
¿Cuáles son las claves para tener éxito en los estudios?
Motivación: para resultar exitoso en los estudios, necesitarás saber para qué estás estudiando. Antes de empezar, trázate una serie de objetivos y evalúa cada semana en qué medida te has acercado a ellos.
Constancia y dedicación: si no le dedicas al estudio el tiempo necesario, pronto volverás a desmotivarte. Al igual que ocurre con el deporte, (que cuanto menos lo practicas menos ganas tienes de hacerlo) si te permites retrasarte en los avances del curso o de la carrera que estás tomando, más desmotivado y lejos de tus objetivos te sentirás. Estudiar sin constancia es sinónimo de hacerlo de la forma incorrecta.
Perseverancia: cuando algo te resulte desafiante, tómatelo como una prueba para demostrarte a ti mismo que puedes sortear cualquier obstáculo.
Estudiar es llevar un estilo de vida sano y activo. No esperes a que una crisis te golpee para pensar de forma más sana, hazlo ahora mismo y evitarás la crisis.
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