¿Se te ha ocurrido alguna vez agradecerles a los obstáculos que te encuentras en la vida, el estar ahí? Si tu respuesta es no, entonces es hora de que mires los obstáculos con otros ojos y eso es algo de lo que te estaré hablando en este artículo.
Los obstáculos como oportunidad
¿A quién no le ha pasado de toparse con un obstáculo y superarlo con suma dificultad, solo para volver a encontrarse con otra traba en su camino? Puede ser que sientas que eres la única persona en el mundo a la que le sucede esto, pero estás muy lejos de serlo.
Los obstáculos forman parte de nuestra existencia y eso es algo que nos ocurre a todos nosotros. Ya sean problemas financieros, de salud o familiares. Las dificultades se presentan ante nosotros y debemos actuar con rapidez y eficacia para eliminarlas.
La pregunta es: ¿Por qué una vez que supero una serie de obstáculos, vuelven a aparecer nuevas dificultades?
Si en ese momento en el que te preguntas algo tan crucial, miras hacia atrás, verás a los obstáculos del pasado como la plataforma que te ha llevado a estar en donde ahora te encuentras.
Cada piedra y cada barrera en nuestro camino han sido puestas allí para convertirnos en una mejor persona y para llevarnos al siguiente nivel de nuestra existencia.
¿En qué nos benefician los obstáculos?
Nos hacen más fuertes: cuando un obstáculo llega a nuestra vida, suele tomarnos por sorpresa, por lo que somos vulnerables a su fuerza. Por momentos sentimos que nos aplasta y hay veces que realmente creemos que no podremos salir adelante. Sin embargo, hay una fuerza en nuestro interior, la fuerza vital que nos impulsa a vivir y a hacer lo que sea para estar bien, que nos permite sacar la cabeza del agua y nadar hasta llegar a la orilla. Después de toda esa odisea que hemos pasado, ¿Cómo crees que terminas? La respuesta es: más fuerte y resistente. Por lo tanto, cuando la vida te vuelva a poner frente a una situación similar, o incluso más compleja, tendrás las herramientas para salir muy bien parado de ella.
Nos vuelven resilientes: al mismo tiempo que te fortalecen, te dan la capacidad de recuperare cada vez más rápido de las situaciones adversas. Gracias a esto, ganarás una mayor calidad de vida y pasarás más tiempo disfrutando la vida plenamente que lamentándote por las pérdidas.
Nos marcan el camino: los obstáculos tienen la particularidad de presentarnos opciones. Cuando se presentan, debemos escoger entre un camino u otro. De esta forma, podemos ver a los obstáculos como esos grandes guías que van marcando nuestro camino hasta llevarnos al lugar exacto en el que debemos estar.
Pregúntate a ti mismo y sé muy sincero en la respuesta: ¿estarías en el lugar en el que hoy te encuentras si no hubieras tenido que sortear las dificultades y los obstáculos que la vida puso en tu camino?
La próxima vez que debas enfrentarte a una situación difícil, mírala como la palanca que te continuará llevando hacia la cima que te has trazado.
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