Quítate la culpabilidad de encima y comienza una nueva etapa de tu vida
La culpabilidad es un sentimiento que me lleva a experimentar sensaciones de gran desagrado. Al contrario de lo que se cree de ella, no es algo que surja sin que nosotros lo permitamos, o incluso que lo queramos. Somos los únicos responsables de nuestra vida, de cómo la vivimos y de lo que sentimos. Es por ello que al sentir culpabilidad, debemos asumir que hemos elegido un sistema de pensamiento que es falso.
¿Por qué decimos que lo hemos elegido en vez de decir que el pensamiento ha llegado a nosotros a raíz de las circunstancias?
Porque solo nosotros elegimos cómo nos sentimos. En el caso de la culpabilidad, debemos reconocer que es falso porque transitar por ella no me lleva a sentir amor ni paz, que son sensaciones naturales en mí como ser humano. Tan naturales son el amor y la paz en nosotros, que cuando no los tenemos, corremos hacia ellos en intentos desesperados por sentirlos y hacerlos nuestros.
¿De qué se trata la culpabilidad?
La culpabilidad nace de un pensamiento. Recordemos que no somos lo que pensamos, sino quienes lo pensamos. Por lo tanto, eso que nos hace sentir culpables no es parte de nosotros, sino de la percepción que de nuestra persona tenemos.
Si siento culpabilidad, es porque creo que he hecho algo mal. Como si esto fuera poco, esta sensación tan antinatural y falsa, viene acompañada por el castigo.
Cuando buscamos liberarnos de esa culpabilidad, el primer paso que tenemos que dar es asumir que hemos elegido sentir esa culpabilidad. Dentro de las emociones que puedo elegir sentir, se encuentra la culpabilidad. Por ende, ella no llega sola a nuestra vida, sino que es llamada y alojada en nuestra mente por nosotros mismos.
¿Por qué elegimos la culpabilidad?
Aquí es donde el asunto comienza a ponerse interesante: no se trata únicamente de reconocer que la culpabilidad es un sentimiento que elegimos, sino que resulta de especial interés saber por qué lo hacemos.
La culpabilidad trae consigo victimización.
Cuando nos victimizamos, estamos delegando toda la responsabilidad y la culpa de lo que nos ocurre en los demás o en el entorno. Es una trampa casi perfecta que le hacemos a nuestra mente: estamos mal porque las circunstancias así lo han determinado.
Si bien esta es una salida sencilla a tener que asumir nuestra responsabilidad, se cae por su propio peso.
¿Cómo me libero de la culpabilidad?
Para sacarme de encima a la culpabilidad, tengo que elegir otro sistema de pensamiento, ese que se basa en la paz y en el amor. Para ello es indispensable que tome la responsabilidad directa de mi vida y me reconozca como el único artífice de aquello que siento.
Tendré que admitir que fui responsable de determinadas acciones, lo cual le quita la culpa al destino y a las personas que me rodean, pero al hacerlo, estaré liberándome del sentimiento de culpabilidad, ya que abrazaré al amor y a la paz en todo su esplendor.
Por último, me perdonaré a mí mismo por mis errores, reconociéndome como ser falible, pero con buenas intenciones.
La nueva etapa de nuestra vida está aguardando por ti, ¿Qué esperas para comenzar a transitarla?