Tomar buenas decisiones puede ser fácil si sabemos cómo hacerlo…
Hay dos tipos de decisiones, y nosotros elegimos entre una u otra muchas veces al día sin darnos cuenta.
Cuando tenemos que tomar una decisión debemos ser conscientes de que algunas nos pueden llevar a la acción y otras a la frustración. Por eso es muy importante tener una intención clara, tenerlo en mente. Tener un dibujo muy claro de lo que realmente queremos para que nuestra decisión vaya en la dirección de nuestro verdadero objetivo.
Tomamos unas 35000 decisiones diarias y de todas estas solo somos conscientes de un 1% de ahí la importancia de saber cómo elegimos y sobre todo, como podemos observarnos y darnos cuenta de que a la hora de tomar decisiones tenemos infinitas posibilidades.
¡Toma consciencia del poder que atesoramos!
Es fundamental tener claro nuestro objetivo, de ahí la importancia de nuestro autoconocimiento. Una buena reflexión nos hace ganar tiempo, las prisas nos hacen NO tomar decisiones con conciencia y nos sumergen en un mar de pensamientos sin valor.
Saber diferenciar entre una decisión falsa y una verdadera, aquí está la clave
Las decisiones falsas son decisiones habladas pero no sentidas, y eso nos puede llevar a no decidir, nos suelen llevar a una sensación de frustración muy grande. Es como dar vueltas a lo mismo, pero en el fondo sabemos que no, que ese no es el camino. Piensas que has decidido pero en el fondo sabes que es como una “media decisión”, en realidad, no vas a ninguna parte.
Las verdaderas son las que están unidas a nuestro sentir, a nuestra sensación, a lo que verdaderamente queremos. Sabemos lo que queremos, nuestra energía está enfocada, son cien por cien sentidas. La dirección está muy clara; el objetivo también y nuestra energía se potencia.
El entrenamiento mental es fundamental en nuestro proceso de autoconocimiento.
Ahora que ya conoces las decisiones hay una parte que, sumada a esa decisión verdadera, nos hace sumar, este es el enfoque, donde se unen las dos partes. Somos nosotros quienes decidimos en todo momento. Siempre elegiremos lo que esté más acorde, no te pierdas en lo externo, en lo que los demás nos puedan decir, en esas múltiples ideas que podamos tener.
La clave está en centrarnos en nuestro verdadero objetivo y desde nuestro sentir, tomar nuestro tiempo y mirar qué pasos tenemos que dar. Las prisas siempre llevan a la sensación de carencia. La clave es dar pasos certeros pero sin estrés, sin presión.
Disfruta del camino, de las relaciones que aparecen, de las cosas que descubres de ti. Es importante no entrar en la espiral de la duda.
El final será solo una consecuencia porque lo verdaderamente importante es el camino… El miedo no te puede frenar. Céntrate en tu verdadero reto, en tu sentir; ve dando los pasos sin prisas y con alegría, disfrutando del proceso.
Desde ahí es mucho más fácil sostener esta decisión en el tiempo, no le quites la energía que tiene con conversaciones de carencia.
¡Decisión verdadera bien sentida y enfoque adecuado!
Tu sentir te dará la pista, si tu sentir es de paz es que ese es el camino, si tu sentir es incómodo revísalo hasta que realmente sea el que te lleve hacia tu paz.
Puedes seguir entrenando con Majo en su canal de YouTube