¿Miedo a lo desconocido, inseguridad? ¿Intranquilidad ante la falta de confianza en el futuro?
Parece que la incertidumbre aparece cuando hay un cambio externo muy brusco, pero si nos damos cuenta y nos enfocamos en el externo, siempre está. Porque todo lo externo no es nada que nos proporcione seguridad y haga que esa incertidumbre se elimine. Antes estas situaciones no todos reaccionamos igual ante los cambios ni ante los nuevos retos personales o profesionales.
Si ponemos atención a nuestro diálogo interno nos daremos cuenta de ello. Observa si preguntas como estas aparecen y desaparecen continuamente de tus pensamientos: «¿Qué van a pensar de mí» «¿Qué puede ocurrir ahora con esto…?» «¿Y si no soy capaz de solucionar este asunto?».
En qué tablero quieres jugar tus cartas…
Todo lo externo es algo que nos proporciona inseguridad, ese no es el tablero de juego donde podemos tener certeza, donde debemos jugar nuestras cartas. La incertidumbre se ha convertido, y más a raíz de la pandemia, en una idea de lo que se puede perder.
Es un gran generador de miedos, por eso la espiritualidad y el conocimiento de uno mismo nos da la tranquilidad y la certeza de que aunque todo lo externo esté en continuo movimiento, en continuo cambio, si nos enfocamos en nosotros como centro de nuestro mundo, será mucho más sencillo navegar por esos mares de lo externo.
Posicionándonos en ese lugar de observador será mucho más fácil gestionar nuestro diálogo interno, nuestros pensamientos. Cuando haya cambios bruscos en nuestra vida o en las personas que nos rodean, tenemos que tener siempre clara esta idea: «Eso también va a pasar». ¿Cuántas cosas has vivido y han pasado? Cuando estabas sumergido/a en ellas pensabas que eso era el fin, que lo tenías todo perdido… y, sin embargo, después ha pasado el temporal. Incluso muchas veces cuando echamos la vista atrás reconocemos que no era tanto como creíamos.
Creadores de experiencias
Cada experiencia supone un paso más en nuestro nivel de consciencia, por eso cada experiencia es bienvenida y está a nuestra disposición para ver cómo reaccionamos. Es importante mantener la atención y pensar que todo nace de dentro hacia fuera. Es darnos cuenta de esa realidad ante todo lo externo, y desde ahí es como ver una película en la que lo único que permanece, lo que siempre está, somos nosotros.
Nosotros somos los creadores y ahí es como nosotros lo sintamos y lo interpretemos… Es por eso que nunca hay dos experiencias iguales. Gestionar esta incertidumbre es posicionarnos en ese nivel de observador, todo se está moviendo todo el tiempo y posicionándonos en ese lugar veremos como todo pasa. Si nos vamos al futuro debemos volver de inmediato al momento presente, donde estamos en ese mismo instante, así es como podemos encontrar momentos de paz.
Es importante que tengamos claro cómo deseamos vivir esa experiencia. Esa experiencia que nosotros elegimos vivir siempre está a nuestra disposición para poder cambiarla. Cambiando cosas de fuera no se consigue nada. La seguridad es algo interno, algo que podemos conseguir manejando nuestra mente, nuestro diálogo interno y haciéndonos muy dueños de nuestras experiencias. Esto se consigue mediante una práctica continuada.
¿Cómo sería vivir nuestra vida abandonando toda incertidumbre?
Si podemos crear, si sabemos que todo está en nosotros… ¿dónde está ahí la incertidumbre?
Por eso es muy importante darle la vuelta y centrarnos en el ahora. Si quieres pasar de la incertidumbre a la certeza, vete a tu mundo interior y desde ahí posiciónate como experimentador, y no te dejes llevar por lo que está pasando en lo externo. Hazte dueño de tu poder, desde ahí tu mundo interior se hará mucho más grande que tu mundo exterior.
No abandones tu entrenamiento, con la práctica es posible decir adiós a la incertidumbre. ¡La vida te cuida! Apuesta siempre por el tablero ganador, apuesta por la sabiduría de tu mundo interior. Ahora ya lo sabes, posiciónate en el lugar correcto y piensa: «¿En qué tablero quiero jugar mis cartas…?».
Si quieres saber más sobre este tema, puedes ver este vídeo: