Hay dos preguntas para volver a tu paz que son fundamentales, sobre todo, en los momentos de dudas, de tomar decisiones, de no saber qué camino tomar…
Cuando te encuentras en un momento de incertidumbre, en un estado de ausencia de paz, en esos momentos, tomar decisiones importantes es arriesgado. Primero debes volver al equilibrio. Volver a ti y posicionarte en el AHORA. Debes buscar un estado calmado en el que desaparezcan las sensaciones de miedo, ansiedad, dudas y estrés. Tomar decisiones desde la ausencia de paz, seguramente, te puede llevar a equivocarte.
Desde tu verdadera mirada te adentrarás en un espacio mucho más pacífico, con armonía para poder tomar decisiones desde la calma, y sin esa mirada de sufrimiento.
Respira, recolócate internamente, relájate y hazte estas preguntas que te posicionarán en el ahora y te ayudarán a volver a ti, y también, a dejar de poner la atención en ese tiempo de pasado o futuro.
La primera pregunta que debes hacerte para evitar ese “viaje temporal” que provoca la mayoría de esas sensaciones incómodas de miedo, ansiedad, etc., es la siguiente:
¿Qué siento ahora?
Esta pregunta te devuelve la atención a ti y vuelves a la única verdad que hay: tú mismo.
Es necesario ir a esa mirada interna, a esa conexión con tu interior; para después volver al exterior y romper con ese empeño de querer ir al futuro a ver que pasará o retroceder al pasado para reprocharnos lo que no hicimos bien.
Responder a lo que siento ahora, te lleva a ti mismo, a ese reconocimiento interior.
Recuerda siempre: para saber cómo te sientes, te tienes que posicionar en el AHORA.
Si te ves con dudas: «¿Qué hago?, tengo una situación incómoda…». No vas a volver al pasado, a lo que hiciste bien o mal sino que vas a volver a tu calma, a tu presente, respira, descansa, y te das permiso…
Si estás muy enfadado/a…pues muy bien, lo vas a sentir, te das permiso. Permitir es liberar. Cuando te permites una sensación, no la haces más grande sino que le quitas toda fuerza.
Pasado, presente, futuro: este es el tiempo horizontal que está basado en lo físico, en esa realidad tridimensional que vemos desde los sentidos físicos. Desde esa línea de tiempo, las prisas, el estrés, la carencia, son “invitados de lujo”. Es una mirada limitada y en ocasiones dolorosa.
Cuando miras con consciencia y permites que ese espacio de «no mente» te guíe hacia lo nuevo, es cuando te posicionas en el AHORA, en lo vertical. Es cuando, realmente, usas tu visión interna. Quitas toda la visión de lo externo para llevarlo a lo interno.
La siguiente pregunta es muy sencilla y ha llevado a muchas personas a cambiar bastantes aspectos de su vida:
¿Esto depende de mí?
Cuando pierdes tu paz, cuando entras en un estado incómodo, te sueles instalar en este tipo de pensamientos: «Y si hubiese hecho aquello…y si no hubiera realizado eso otro…». Y, realmente, ¿todo esto depende ya de ti? No, entonces tienes que reconducir tu camino y tu camino es tu paz interior. ¿Qué depende de mí?: lo que siento que quiero sentir: paz. Ve hacia donde está tu paz. El lugar más importante es tu interior. Actúa desde tu calma. Al quitar la atención de lo externo, de lo que NO puedes controlar y simplemente volver a ti, a tu paz, le darás una mirada diferente y te posicionarás en el lugar más importante: tu interior.
Lo que tú quieres ver depende de como tú lo quieres mirar. Transforma tu forma de mirar y sentir.
Estas dos preguntas son muy potentes, espero que las uses para ser lo que realmente ERES.
Recuerda estas premisas fundamentales:
- La atención en ti, en esa mente ilimitada que eres.
- Posicionarte en el AHORA, si vas al futuro, al pasado o a lo externo, la paz se va a disipar. Cuando estoy en ese estado de calma que es mi verdadera naturaleza, puedo tomar otras decisiones.
- Si me estoy posicionando en la paz, dejo de estar en una montaña rusa de emociones.
- Si no depende de ti déjalo ir, y si no depende de ti: solo puedes aceptarlo.
Esas dos preguntas fundamentales son la clave para empezar a ser lo que verdaderamente eres. Con tranquilidad, con calma, con menos dudas y desde ahí tomar la decisión que necesitemos en cada momento.
El poder está en ti, tu PAZ también lo está, ¡ya sabes cómo volver a ella!