Creemos que no podemos cambiar nuestra mente, pero hoy está demostrado que esto sí es posible.
Todo está en constante cambio, la naturaleza, nuestro propio cuerpo cambia constantemente ¿por qué nuestra mente no va a cambiar?
Muchas veces no cambiamos porque no sabemos cómo hacerlo y también porque creemos que no se puede y esto es un pensamiento limitante, es una creencia.
¡La clave está en poneros manos a la obra con un buen entrenamiento!
Primero es necesario calmar nuestra mente
Cuando nuestra mente no está en calma nos cuesta llevar a cabo transformaciones y darnos cuenta de qué es necesario.
Calmar la mente NO quiere decir que no hagamos nada, cuanto más calmada esté nuestra mente más acción tendremos, porque al estar calmada tendremos más energía y más claridad para ver lo que realmente importa.
¡Si nuestra mente está nublada no vamos a ver las posibilidades, veremos problemas en vez de oportunidades!
A veces, un contratiempo nos ofrece la oportunidad de descubrir aspectos que desconocíamos y que nos hace avanzar en nuestra vida, incluso nos puede hacer más fuertes y prepararnos para afrontar los avatares de la vida. Una mente calmada nos ayuda a darle a cada situación la dimensión que realmente tiene.
Cuando nuestra mente está agitada estamos continuamente en lo externo, en el mundo exterior que nos ataca o nos limita.
Cuando nuestra mente está en calma habitamos nuestro mundo interior, ese lugar ilimitado donde se nos abre un mundo infinito de posibilidades.
Seguro que habéis oído hablar de neuroplasticidad, de la capacidad de nuestro cerebro para adaptarse a nuevos estímulos o experiencias. Por eso, ya no es una excusa la edad, en cualquier momento de nuestra vida, si nos lo proponemos, podemos cambiar.
Clarificar nuestro sentir y nuestra mente nos ayudara a tomar mejores decisiones desde la calma, sin presión, y esto lo podemos conseguir con una mente entrenada.
Cuando nuestras formas de pensar están muy automatizadas, nos cuesta más este aprendizaje. Estos pensamientos negativos automatizados suelen ser interpretaciones erróneas de nuestra realidad. Para poder cambiarlos primero hemos de calmarnos. Y una vez que nuestra mente está calmada podemos pasar al siguiente escalón: La educación.
Un buen entrenamiento y disponer de la información adecuada nos ayuda a pasar a la acción.
¿Cómo llevar a cabo la transformación?
La meditación nos ayuda a focalizar y calmar nuestra mente para que podamos asimilar mejor este aprendizaje.
La información y el aprendizaje de herramientas pueden llevarnos a una verdadera transformación, ampliando nuestra visión y encontrando paz en situaciones que antes nos producían intranquilidad.
Un buen entrenamiento es la clave para ir construyendo la verdadera transformación.
Por eso, ante esta pregunta: ¿Se puede cambiar la mente?, evidentemente sí.
Si nuestra mente aprende en calma clarifica nuestro sentir y abre horizontes nuevos.
Si no te sientes bien con la vida que tienes actualmente, en lugar de quejarte o culparte es momento de cambiar tu mente.
Recuerda: Educación, entrenamiento y meditación.
¡Cambiar nuestra mente es la opción ganadora para construir la vida que queremos!
Aquí te comparto este vídeo donde encontrarás información importante sobre este tema.
