Libertad es una palabra muy potente, incluso con solo pensar en ella se nos abre un mundo de ideas y deseos ilimitados.
Algo que debemos tener muy claro es que nuestra libertad está presente en todo momento, no es algo que nos puedan robar porque la libertad somos nosotros mismos.
¿Cómo definimos la libertad?
La podemos definir como la capacidad de la conciencia para pensar y obrar. La conciencia somos nosotros, por eso tenemos la gran capacidad de hacer lo que queremos y pensar lo que queremos.
La definición que más me inspira es la siguiente: La verdadera libertad es la ausencia de miedo.
Cuando te sientes libre, el miedo no existe. El miedo son ideas acerca del miedo y eso acaba siendo un círculo vicioso. Cuando NO sentimos miedo es cuando empezamos a experimentar sensaciones más expansivas y hacemos cosas que antes no hacíamos. Nos abrimos a nuevos caminos y a realidades que siempre han estado ahí, pero ahora para nosotros aparecen como nuevas porque antes, el miedo nos impedía verlas.
Observa tus hábitos mentales
Cuando dejamos de usar esas ideas que nos llevan al miedo, nos abrimos a nuevas experiencias y cosas que antes no hacíamos y que ahora nos atrevemos, para llegar a esto, un cambio de hábitos mentales limitantes es fundamental.
Cuando empezamos a cambiar nuestros hábitos mentales es cuando comenzamos a NO dar fuerza a lo que NO lo tiene.
Estos hábitos son repeticiones de ideas limitantes que hemos usado y usado, y hemos entrenado tanto que salen solas, pero igual que salen solas las podemos redirigir.
Cuando ampliamos nuestra visión, conforme vamos abriendo, vamos teniendo una visión más periférica. Cuando ampliamos nuestra conciencia vemos cosas que antes no veíamos y nos abrimos a nuevas experiencias.
Nueva mirada; nuevas opciones
Al pensar de otra manera generamos nuevas opciones que antes no estaban en nuestra vida. Cuando nos abrimos a nuevas opciones actuamos de forma diferente, la libertad nos invita a la experiencia.
Cuando miramos solo por el camino que hemos trazado durante años y años, este camino es un camino que nos lleva, una y otra vez, al mismo destino. Solo nos deja ver en una dirección. Cuando ampliamos esa mirada, vamos abriendo nuevos senderos.
Vamos adquiriendo una visión más amplia, una visión periférica, tenemos mucho más campo de visión. Cuando esto ocurre es cuando ha llegado el momento de recibir nuevas opciones, nuevas experiencias; entonces, actuamos de forma diferente y eso nos lleva a pensar de otra manera.
Nos sentimos distintos, nuestra mente se va modelando de otra manera ¿cómo ocurre esto?: Por la ausencia de miedo ¿y cómo se consigue la ausencia de miedo?: Entrenando nuestra mente para dejar de usar, definitivamente, estas ideas que nos limitan.
La mirada de la libertad nos invita a reconocer lo que somos y a poder experimentar nuestra libertad.
En nuestro día a día pensamos que hay acciones que no podemos hacer o cosas que estamos obligados a realizar, algo que, en realidad, no queremos, pero hemos de saber que SÍ somos libres de hacer o no hacer.
Solo podremos sentir nuestra libertad plenamente cuando nos hagamos responsable de esto.
Hemos de darnos cuenta de que somos totalmente libres de pensar, de hacer y de sentir.
Recuerda:
Tu sentir te avisa por donde tienes que ir. Tienes la responsabilidad absoluta de cómo quieres pensar, sentir y hacer.
El entrenamiento es fundamental, a más consciencia de ti mismo, más recursos, más paz, menos miedo, y todo esto es sinónimo de libertad.
¡El sentir es la clave, el maestro está en ti!
Entrena tu mente y ella te conducirá al poder de la Libertad.
