¿Has vivido la experiencia de querer cambiar algo en tu vida y sentir mucho miedo?
Esto ocurre por el desconocimiento de lo que va a ocurrir. Porque pensamos que lo que va a ocurrir ocurre por sí solo, como que hay un mundo externo fuera de nosotros que va a mover las fichas de nuestra historia. Entonces, nos solemos encontrar siempre en una dicotomía ¿qué voy a perder o qué voy a ganar? Y a nuestra mente llega la incertidumbre, los miedos.
Esto sucede porque nos enfocamos en el cambio externo, pero el verdadero cambio NO es externo sino interno.
No obstante, y aunque en principio nos parezca extraño, ese cambio tiene un impacto en el exterior, pero no porque el exterior venga a nosotros, sino porque nosotros vamos hacia él, nosotros creamos lo que queremos vivir.
No somos víctimas de esas situaciones externas. El mundo es efecto de nosotros mismos. No hay causas externas… cuando empezamos a vivirlo, a experimentarlo, empezamos a ver que esto es real, que es totalmente real, que lo que ocurre fuera es un efecto de lo que estamos sintiendo.
¿Dónde ponemos el foco?
Cuando sentimos miedo al cambio lo que realmente nos da miedo es cambiar nuestra estructura mental porque estamos muy entrenados en ver las cosas de esa manera y, el querer cambiar, el querer verlas de otra forma nos da miedo y además, no sabemos realmente cómo hacerlo.
El miedo al cambio ocurre cuando estamos enfocados en todo eso que no somos, nos enfocamos en el trabajo, en la pareja, etc., y ahí hay unas expectativas de cómo tendría o debería ser, y eso realmente no es lo importante. Cuando ponemos el foco en el exterior siempre pensamos que nos va a faltar algo, estamos enfocados en el cuerpo, en la escasez. La verdadera abundancia solo se puede enfocar en lo que realmente somos, en esa mente ilimitada.
¿Qué cambia realmente?
Si nos enfocamos en nuestra mente no hay límites. Nuestra esencia, lo que somos no cambia, nuestra mente no cambia. Cuando sientes que algo debe ser diferente surge la acción inspirada que nos lleva al cambio. Por eso, es muy importante todo este proceso de entrenamiento que hacemos, porque al final, si no sabemos cómo hacerlo y no lo practicamos, se queda todo en simple información.
¿Qué nos frena?
Lo que nos frena realmente es nuestra manera de pensar, tenemos que dejar ir, y enfocarnos. Debemos preguntarnos: ¿Qué quiero? ¿Esto es bueno para mí? Si las dos respuestas son sí, ya sabemos lo que tenemos que hacer. Solo desde una paz perfecta estaremos libre de miedo.
El miedo solo estará fuera de juego y dejará de frenarnos, si nos reconocemos como la mente que somos, porque en el mundo siempre va a existir el miedo y la carencia, desde ahí nuestro sistema mental se alinea, son dos mundos ¿cuál quieres ver? Esta es tu gran decisión.
Prueba hoy a escoger una acción y elige la voz de la paz, y desde esa sensación pasa a la acción, cambia hoy en tu vida conscientemente, al final es mucho más fácil de lo que creemos. Nos frena el miedo a pensar que vamos a perder algo, pero te aseguro que si te enfocas en ti vas a tener una mirada diferente ante cualquier situación.
Cuando comenzamos un proceso de entrenamiento es cuando verdaderamente nos damos cuenta de cómo funciona nuestra mente y ahí es cuando empezamos a ver todo esto con más claridad.
Al final, el miedo al cambio es el miedo a pensar diferente, el miedo a transformarnos, a mirarnos de otra manera.
Por eso, lo más importante es que recuerdes que ante la duda o la incertidumbre lo principal es centrarte en ti.
Ve a ti, solo tú eres protagonista de esta experiencia de vida.
Recuerda: ¡La mente ilimitada que eres, no cambia!